sábado, 13 de noviembre de 2010

TRABAJO (se busca)

Mierda!! Un trozo de sushi aterriza sobre el periódico. Ofertas de empleo. Dan bastante risa. Pero tengo un zulo que mantener. Y sí, estoy desayunando lo que me sobro de la cena. Personalmente prefiero la pizza fría, pero ayer toco cenar japonés. Que no tendré trabajo, pero si conservo mis buenas costumbres.
Después de leer los anuncios del periódico cuatro días seguidos creo que voy a volver al mundo editorial.
Ronda 1. Llamadas a conocidos del sector para preguntarles que como les va y ese rollo. También se toma alguna cerveza o similar.
Ronda 2. Más llamadas. A ver si repetimos lo del otro día, no? Risas y eso. Y como esta lo del curro por tu agencia?....y a ver qué pasa.
La ronda dos resulta un fracaso. La crisis, dicen. Que cabrones.
El timbre de la puerta extermina mi mini cabreo. ¿Una visita? Cuando vivía con ella era más normal, pero ahora… Intriga. Abro despacio, con miedo. Sigue siendo pronto para el desahucio…
Mi vecina.
-          Hola… - no me acuerdo como se llama, mal vamos…
-          Hola, ¿qué tal?
-          Bien…. ¿tu?
-          Bien. Mañana vienen unos amigos a cenar y he pensado que lo mismo quieres pasarte.
Coño, coño, coño… que me ha invitado a una cena. Como mola esta tía!!
-          Ah, pues creo q no tengo nada así que si, no creo que tenga problema.
-          Vale, pues nos vemos en mi casa. Adiós.
Pues está claro, no? Me invita a una cena en su casa, eso es que quiero lió. Fijo.
El resto del día lo invierto en salir a comprarme una camiseta, una botella de vino y tomar unas cañas con algún amigo. Si, todavía me queda alguno.
-          Vas a llevar vino? Eso es muy a lo cena romántica. Se te va a ver venir.
Durísimas declaraciones de mi colega que me hacen meditar durante un rato sobre la importancia de elegir bien la bebida. Solo se da una primera impresión, no? Cambio la botella de vino por una de bourbon. Con un par o tal vez demasiada televisión, no se con cual me quedo…
Camiseta nueva y vaquero viejos. Americana. Zapatillas sucias. Indie de mierda…pero allá voy.
Llamo al timbre. Espero. Nada. Llamo otra vez. Me abre la vecina, no tan guapa como yo esperaba encontrármela. Algo pasa… Se queda mirando mi botella.
-          Vas de botellón?
-          En realidad venía a una cena…
Una sonrisa comienza a crecer en su cara, ahora esta más guapa.
-          Llegas un poco pronto…es mañana… espero habértelo dicho bien esta mañana…
Me acabo de coronar. Y lo peor es que necesito otra camiseta para mañana….
El teléfono suena, al rescate. Politono indie, por supuesto.
-          Hola….si….
Imaginaros una conversación en el descansillo de una escalera. Un tío con cara de tonto y una botella de bourbon en una mano y el móvil en la otra. La puerta de la casa abierta y la chica apoyada en el marco con cara divertida. Todo muy raro.
-          Si….si…..claro…..sin problema…… Cuelgo.
-          Pues nada, mañana vuelvo.
Y me piro. Si, como un sputnik. Mi vecina se queda…no sé cómo se queda porque me he ido a la velocidad de la luz. Oigo un adiós que escala por el hueco de la escalera. Llego a casa y comienza la búsqueda. Por fin aparece la carpeta en una caja no demasiado vieja. Cuentos infantiles. Parece que la crisis no llega a los niños.
Mientras no pienso mucho en porque me quieren comprar mis cuentos, que no son demasiado buenos, abro la botella y brindo por el último amigo que parece quedarme en el extraño mundo editorial. Pongo la tele. Un canal de música. Imagínate lo que suena.